El Crimen Organizado en 2025: Un Desafío Global con Raíces Locales
- Alfredo Arn
- 9 jul
- 2 Min. de lectura

Un Fenómeno en Expansión, el crimen organizado ha escalado a niveles sin precedentes en 2025, generando más de 19 billones de dólares anuales —superando el PIB de China— y dejando un costo social devastador, medio millón de muertes y 28 millones de años de vida saludable perdidos. Su crecimiento se alimenta de conflictos bélicos, crisis migratorias y políticas xenófobas, que crean vacíos explotados por redes ilícitas.
Ecuador se ha convertido en una "superautopista de la cocaína", con puertos del Pacífico controlados por cárteles mexicanos, colombianos y albaneses. En 2024, el presidente Daniel Noboa declaró "conflicto armado interno" contra 22 grupos terroristas, como Los Choneros y Los Lobos, pero la violencia persiste, un homicidio cada 75 minutos y 6,000 asesinatos en el año.
Mercados ilícitos en auge, la producción global de cocaína alcanzó un récord en 2023, 3,708 toneladas, con incautaciones un 68% mayores que en 2019. Las drogas sintéticas, como el captagón sirio, dominan mercados emergentes en Asia y África, mientras la metanfetamina inunda Europa Occidental.
Conexiones Geopolíticas, el crimen organizado se entrelaza con la inestabilidad estatal. En Siria, la caída de Assad reveló fábricas de captagón, pero el tráfico persiste gracias a reservas acumuladas y corrupción. En Latinoamérica, grupos como el Clan del Golfo y Tren de Aragua operan como actores transnacionales, desafiando fronteras.
Infiltración en instituciones, los Grupos de Delincuencia Organizada Transnacional (GDOT) en Ecuador, como Los Tiguerones, infiltran gobiernos locales para garantizar impunidad. Un ejemplo es la contratación de líderes criminales en municipios como Eloy Alfaro.
Los Grupos Armados Organizados (GAOs), como Los Choneros, imponen su ley con armamento pesado y sistemas de control extorsionando a bandas menores. Su influencia se extiende desde cárceles hasta rutas de narcotráfico internacional.
El cultivo y producción de drogas provocan deforestación y contaminación en Europa y América Latina. Además, solo 1 de cada 12 personas con trastornos por drogas recibe tratamiento, agravado por recortes en ayuda global.
El retiro de EE.UU. de organismos como la OMS debilita la cooperación contra el narcotráfico. Solo el 2% de los activos ilícitos son recuperados en la UE, pese a avances tecnológicos.
Futuro incierto, el Índice de Estrés Geoestratégico alerta sobre riesgos en los Balcanes y África Subsahariana, donde crimen y terrorismo se fusionan. La "polícrisis" —conflictos, clima y extremismos— alimentará estas redes.
Un llamado a la acción, combatir el crimen organizado requiere abordar sus raíces, como la pobreza, corrupción y colapso climático. La tecnología y cooperación transfronteriza son clave, pero sin inclusión social, el ciclo de violencia persistirá.







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