TikTok en la mira: entre la prohibición, la geopolítica y la soberanía digital
- Alfredo Arn
- 26 sept
- 2 Min. de lectura

Desde que Donald Trump firmó en 2020 una orden ejecutiva para prohibir TikTok en Estados Unidos, la red social china se convirtió en un foco de tensión entre Washington y Pekín. La acusación; que ByteDance, su empresa matriz, podría compartir datos de usuarios estadounidenses con el gobierno chino. Lo que empezó como una medida de seguridad nacional terminó siendo el inicio de una guerra digital con ribetes geopolíticos.
La administración Trump exigió la venta de las operaciones de TikTok en EE.UU. a empresas como Oracle y Walmart. La operación nunca se cerró del todo, pero el mensaje quedó claro: el país no toleraría que una app extranjera, sobre todo china, tenga acceso masivo a datos de sus ciudadanos. Fue la primera vez que una plataforma de entretenimiento fue tratada como una amenaza a la seguridad nacional.
Con Joe Biden en la Casa Blanca, muchos esperaban una tregua. Pero en 2024, el Congreso aprobó una ley que obliga a ByteDance a vender TikTok en un plazo de un año o enfrentar su prohibición total. La medida, con apoyo bipartidista, mostró que la desconfianza hacia China no es solo una bandera trumpista, sino una política de Estado.
En 2025, Trump volvió al poder y dio un giro inesperado: extendió el plazo para la venta de TikTok, abriendo la puerta a una negociación que permita una alianza con capitales estadounidenses sin llegar a una prohibición total. La jugada busca evitar un choque legal y mantener la estabilidad en un sector clave como el digital.
Más allá de la política interna, el caso TikTok es hoy un símbolo de la guerra fría tecnológica entre EE.UU. y China. Para Washington, controlar esta red social es parte de una estrategia más amplia; afirmar su soberanía digital, es decir, decidir quién controla los datos, la infraestructura y el contenido que circula dentro de sus fronteras.
Desde Pekín, la presión sobre TikTok es vista como una forma de proteccionismo digital y una maniobra para frenar el avance de sus empresas tecnológicas. La respuesta china ha sido redoblar su apuesta por la autonomía tecnológica y promover su propio modelo de internet, más controlado y menos abierto al exterior.
El conflicto tiene repercusiones globales. La posible prohibición de TikTok en EE.UU. podría inspirar a otros países a tomar medidas similares contra apps extranjeras, acelerando la fragmentación del internet y generando un mundo digital más dividido por bloques geopolíticos.
En el fondo, el destino de TikTok en EE.UU. ya no depende solo de negocios o regulaciones. Es una batalla por el modelo de internet que prevalecerá en las próximas décadas: uno abierto y regulado por valores democráticos, o uno marcado por la vigilancia estatal y la autarquía digital. La decisión que tome Washington no solo afectará a una app, sino que marcará el rumbo de la soberanía digital en el mundo.
Referencias:
Brookings Institution (2020). What does the TikTok saga reveal about China-US relations?
Stanford Freeman-Spogli Institute (2021). TikTok and Geopolitical Tensions
AINVEST News (2024). Geopolitical Influence on Tech Valuations: The TikTok Deal
Wikipedia (2025). Restrictions on TikTok in the United States
German Marshall Fund (2021). Experts React: TikTok’s Future in the U.S.
Policy Review (2021). TikTok Ban in the United States: Necessary Precaution or Misstep?







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