El "Modelo Peruano" de expansión empresarial: Lecciones desde el Retail, la Gastronomía y los Bienes de Consumo.
- Alfredo Arn
- 15 oct
- 3 Min. de lectura

La economía global contemporánea se caracteriza por la creciente internacionalización de empresas originarias de mercados emergentes. En este contexto, el caso de la expansión de marcas peruanas en América Latina representa un fenómeno de estudio relevante. Este artículo analiza las estrategias, sectores clave y factores determinantes que han permitido a empresas peruanas transitar de operar en un mercado interno a competir exitosamente en el escenario regional latinoamericano, contribuyendo a la reconfiguración de los flujos comerciales intrarregionales.
La penetración peruana trasciende el mero acto de exportar. Se enmarca en el concepto de internacionalización, entendido como el proceso mediante el cual una empresa establece operaciones sostenibles y una presencia de marca en el exterior. Esto implica la transferencia de un modelo de negocio, la adaptación de la oferta de valor y la construcción de una identidad corporativa en mercados foráneos, yendo más allá de la venta esporádica de productos.
El éxito de esta expansión no es anecdótico; se sustenta en bases estructurales. El prolongado ciclo de crecimiento y estabilidad macroeconómica en Perú (2000-2019) fue fundamental, permitiendo la capitalización y maduración de las empresas. Adicionalmente, la firma de una extensa red de Tratados de Libre Comercio (TLCs) con países de la región actuó como un catalizador esencial, reduciendo barreras arancelarias y proporcionando certidumbre legal para las inversiones.
La gastronomía peruana desempeñó un rol estratégico como sector pionero. Restaurantes de alta cocina como Astrid & Gastón o Central, reconocidos globalmente, construyeron una "marca Perú" asociada a la calidad, innovación y sofisticación. Este prestigio culinario creó un "efecto halo" positivo, abriendo camino y generando receptividad para otros sectores productivos peruanos en la región.
El sector retail demostró una notable capacidad de replicación de modelos de negocio. Empresas como TopyTop y el holding MammaCorp implementaron una estrategia de expansión basada en la apertura de tiendas propias en centros comerciales de países como Chile, Colombia y México. Su éxito radica en la combinación de una rápida respuesta a las tendencias de la moda, precios competitivos y una comprensión profunda de los patrones de consumo masivo latinoamericanos.
Un caso paradigmático es el de Ajegroup y su marca Big Cola. Su estrategia se basó en una disruptiva propuesta de valor; desafiar a gigantes transnacionales como Coca-Cola y Pepsico mediante precios significativamente menores y una intensa penetración en canales de venta informal. Este modelo, probado con éxito en Perú, demostró ser altamente efectivo en mercados con segmentos de población sensibles al precio, como México, Colombia, Venezuela y Centroamérica.
Paralelamente, se desarrolló una penetración basada en las ventajas comparativas del país. La creciente demanda global por alimentos saludables permitió la consolidación de exportaciones de productos bandera como la quinua, la maca y los espárragos. Estas exportaciones, si bien en muchos casos son de materia prima, se han ido sofisticando, posicionando a Perú como un proveedor confiable y de calidad para el mercado regional y global.
La expansión no ha estado exenta de obstáculos. Las empresas peruanas enfrentaron la complejidad de gestionar diferencias culturales y regulatorias entre países, la feroz competencia de actores locales y globales consolidados, y la volatilidad política y económica inherente a algunos mercados latinoamericanos, lo que puso a prueba su resiliencia y capacidad de adaptación.
Este fenómeno tiene implicancias significativas. Para Perú, representa una diversificación de su matriz exportadora más allá de los commodities tradicionales, fomenta la inversión en innovación y consolida su imagen como una economía dinámica. Para la región, significa una mayor diversificación de la oferta para consumo, una intensificación de la competencia y una mayor integración económica sudamericana liderada por actores regionales.
En síntesis, la penetración de las marcas peruanas en América Latina es el resultado de una convergencia de factores macroeconómicos favorables, acuerdos comerciales estratégicos y, fundamentalmente, de la capacidad empresarial para desarrollar y exportar modelos de negocio robustos. Ya sea mediante la sofisticación gastronómica, la eficiencia en el retail o la disrupción en precios, estas empresas han demostrado que es posible surgir de un mercado emergente y competir exitosamente en el escenario regional, ofreciendo un valioso caso de estudio sobre la nueva geografía económica de América Latina.







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