AIoT en Perú: una revolución tecnológica en pañales con gran potencial
- Alfredo Arn
- 2 sept
- 3 Min. de lectura

El mercado del AIoT, o Inteligencia Artificial de las Cosas, está comenzando a tomar forma en el Perú como una de las tecnologías emergentes con mayor potencial de transformación. Aunque aún se encuentra en una fase incipiente, su integración en sectores estratégicos como la minería, la agricultura, la seguridad y la salud está generando los primeros impactos positivos. El AIoT combina el poder del Internet de las Cosas (IoT) con algoritmos de inteligencia artificial, permitiendo que los dispositivos conectados no solo recojan datos, sino que también los analicen y tomen decisiones autónomas en tiempo real.
Actualmente, el uso del AIoT en el Perú es limitado pero creciente, concentrándose principalmente en grandes empresas y proyectos gubernamentales. Por ejemplo, varias ciudades del país, como Lima y Arequipa, han implementado sistemas de videovigilancia inteligente que utilizan cámaras con reconocimiento facial y análisis de comportamiento para mejorar la seguridad ciudadana. Estas soluciones, muchas veces financiadas con fondos públicos o alianzas con empresas tecnológicas, marcan el inicio de una nueva era en la gestión urbana.
En el sector productivo, especialmente en minería y agricultura, el AIoT está siendo adoptado para optimizar procesos y reducir costos. Empresas mineras como Southern Copper y Buenaventura utilizan sensores conectados y modelos de mantenimiento predictivo para evitar fallas en maquinaria pesada, lo que incrementa la seguridad y la eficiencia operativa. En el campo, startups y cooperativas agrícolas están probando sistemas de riego automatizado con sensores de humedad y clima, cuyos datos son analizados por IA para maximizar el rendimiento de los cultivos.
El gobierno peruano ha comenzado a reconocer la importancia de las tecnologías digitales, impulsando iniciativas de transformación digital y ciudades inteligentes. A través de planes como el desarrollo de "Lima Smart City" o la modernización de servicios públicos, se están sentando las bases para una mayor adopción del AIoT. Sin embargo, aún falta una política nacional clara y sostenida que promueva la innovación tecnológica, la conectividad universal y la protección de datos personales.
El sector privado también está moviéndose. Empresas de Telecomunicaciones como Entel y Claro están expandiendo sus redes 4G y 5G, lo cual es fundamental para el crecimiento del IoT y, por ende, del AIoT. Además, bancos y fintechs están utilizando IA para detectar fraudes en tiempo real, mientras que en el retail se exploran soluciones para analizar el comportamiento de los consumidores mediante cámaras inteligentes y sensores en tiendas.
A pesar de estos avances, el mercado del AIoT en el Perú enfrenta importantes desafíos. La falta de infraestructura tecnológica en zonas rurales, la escasez de talento especializado en IA y ciberseguridad, y el alto costo de implementación de estas soluciones limitan su acceso, especialmente para pequeñas y medianas empresas. Asimismo, la ausencia de regulaciones claras sobre el uso ético de la inteligencia artificial y la privacidad digital genera incertidumbre entre los usuarios y desarrolladores.
No obstante, el futuro del AIoT en el Perú es prometedor. Se proyecta que, en los próximos cinco a diez años, el mercado de IoT crezca a una tasa anual del 15-20%, con una parte cada vez mayor integrando capacidades de inteligencia artificial. Sectores como la energía, el transporte y la salud están listos para adoptar soluciones más avanzadas, como redes eléctricas inteligentes, flotas de vehículos conectados y equipos médicos que monitorean pacientes en tiempo real.
La educación también juega un papel clave. Universidades como la PUCP, la UPC y la UNI están formando ingenieros y científicos de datos con habilidades en IA e IoT, lo que ayudará a cerrar la brecha de talento. Además, el ecosistema de startups tecnológicas está en crecimiento, con jóvenes emprendedores desarrollando soluciones locales adaptadas a los desafíos peruanos, desde la agricultura de pequeña escala hasta la gestión de residuos urbanos.
Para acelerar esta transformación, es fundamental que el Estado, el sector privado y las instituciones académicas trabajen en conjunto. Se requieren inversiones sostenidas en conectividad, políticas públicas claras, incentivos fiscales para la innovación y programas de capacitación masiva. Solo así el Perú podrá aprovechar todo el potencial del AIoT para mejorar la productividad, la competitividad y la calidad de vida de sus ciudadanos.
Finalmente, aunque el mercado del AIoT en el Perú aún está en desarrollo, los cimientos ya están siendo construidos. Con una estrategia clara, inversión inteligente y visión de futuro, el país puede posicionarse como un referente tecnológico en la región andina. El AIoT no es solo una tendencia global, sino una oportunidad real para modernizar la economía, fortalecer los servicios públicos y construir un Perú más inteligente, eficiente y sostenible.







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